Perder antes de empezar. Por culpa del animal

Perder antes de empezar, Por culpa del animal

El cerebro reptiliano busca ahorros de energía. El mayor ahorro del reptiliano del evaluador es eliminar tu propuesta por INCUMPLIMIENTO.

¿Sabes lo primero que hace un evaluador?

Eliminar las propuestas que “no CUMPLEN”.

Eliminar lo que no sirve es un sesgo cognitivo que tenemos desde que éramos recolectores. En aquella época, íbamos recogiendo fruta y metiéndola en el cesto, cuando encontrábamos una que estaba pocha -podrida- o en mal estado la desechábamos para que no dañase al resto.

El cerebro reptiliano del evaluador le manda un chute de adrenalina cada vez que se carga una propuesta que “no cumple” y, te lo aseguro, eso crea adicción.

El cerebro reptiliano del evaluador sabe que cargarse una propuesta a las primeras de cambio es un ahorro importante de horas de lectura, revisiones, reuniones con el proveedor … en definitiva, ahorro de energía del musculo del cuerpo que más consume y el primer mandamiento del cerebro reptiliano es “no consumas energía que te puede hacer falta luego”.

¿Qué es el “cumplimiento”?

Según Davis-Howard una propuesta que “cumple” o “conforme a requisitos” es aquella que “responde a todos los requisitos de la convocatoria, así como a los criterios de evaluación«. Las empresas, las Administraciones Públicas y los evaluadores son muy exigentes, por eso es muy importante seguir todas las instrucciones, incluidas las de formato.

Incumplimientos muy comunes que te eliminan

Sabes que se han dado casos en que una propuesta fue eliminada de una licitación por no cumplir con el tamaño de letra en los encabezamientos y pies de página.

Otros errores comunes son:

  • Olvidar sustituir el nombre de un antiguo cliente por el del nuevo cuando se reutiliza el material;
  • no utilizar la última versión de un gráfico; y
  • sobrepasar el límite de páginas.

Consejos para “cumplir”

Depende de con quien hables y como le haya ido en la feria de las propuestas te dará unos consejos u otros. Aquí van algunos:

  • Haz tus deberes. Lee los pliegos de condiciones varias veces para asegurarte de que entiendes los requisitos.
  • Haz preguntas aclaratorias.
  • Usa el lenguaje del cliente.
  • Usa una matriz de cumplimiento.
  • Designa a un revisor de conformidad o completitud.

Conclusión. Mejor el boli rojo que la papelera

El cumplimiento no es divertido ni fácil, pero es esencial. Cuanto más lo practiques y antes pongas en marcha los procesos, menos tendrás que usar el boli rojo.

Siempre es mejor usar el boli rojo en casa y dejar la propuesta como una película de Tarantino, las veces que haga falta, que el evaluador la envié a la papelera.

Nota: Esté artículo ha pasado un análisis de legibilidad y ha obtenido la calificación de “Bastante Fácil.

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