Detesto escribir pero el bloqueo del escritor es mentira.

A nadie le gusta escribir, y eso te predispone a tener episodios de bloqueo y ansiedad. Con la ansiedad te ayuda un psicólogo y el bloqueo no existe. ¡Empieza a escribir!

“Detesto escribir”

Hace unos días vi, de refilón, una entrevista a Arturo Pérez-Reverte en Paris, con motivo de la presentación de su última novela “Sabotaje” en lengua francesa.

No leo mucho, pero trato de no me perderme nada de Pérez-Reverte, me gusta lo que escribe, cómo lo escribe y la claridad y rotundidad de sus comentarios. Hoy he recuperado parte de una entrevista que le hicieron en París los de ABC Cultural. No os voy a reproducir la entrevista entera pero si quiero extraer algunos comentarios del escritor.

“No me gusta escribir, detesto escribir… lo paso muy mal, ocho horas diarias, eso es un trabajo. Pero imaginar la novela caminar… creando personajes… es el momento más maravilloso. Creo que escribo novelas para vivir esa fase previa de fascinación…”.

Si hay algo que tenemos en común todos los que escribimos propuestas es exactamente ese pensamiento “No nos gusta escribir” y vaya si es un trabajo, ocho horas o más cada día.

Los preliminares

Te sientas en tu mesa y te pones cómodo para empezar un día productivo de escritura. Abres tu tratamiento de textos, un programa que conoces muy bien y con el que pasas mucho tiempo. La pantalla aparece, respiras hondo, te frotas las manos y estás listo para la acción. Cuando colocas tus dedos en el teclado, de repente ese programa que conoces tan bien parece desalentador. El cursor parpadea delante de ti, provocándote, desafiándote a poner tu primera palabra en la página. Pero esa palabra no viene. Tocas las teclas solo para escuchar el sonido que generalmente significa que las palabras fluyen en la página, pero eso también es una burla. Te recuestas en tu silla, respiras un poco más y observas a tu alrededor para tratar de sentirte como tantas otras veces.

«Ya me conozco esto», te dices a ti mismo mientras tomas otro sorbo de café. Pero, antes de que te des cuenta, estás dudando de todo lo que sabes sobre la escritura, esa oportunidad y esa propuesta cuya fecha de entrega te va pisando los talones. De repente crees que no estás a la altura de la tarea. Tu mente está zumbando como un abejorro. Nada te está ayudando.

Entonces empiezas a racionalizar. Esto debe ser culpa de otra persona:

  • La reunión de lanzamiento fue desastrosa;
  • ¡Definitivamente, no tengo información suficiente para escribir una propuesta brillante!
  • Esto es culpa del equipo de preventa;

Por eso no puedo escribir esta sección. ¡Simplemente no hay suficiente información!

Todo ese tiempo estás pensando en excusas y culpando a otros cuándo deberías estar escribiendo. Eso ya te lo sabes, pero eso solo empeora las cosas. El cursor todavía parpadea como una advertencia en lugar de una invitación.

Tienes el bloque del escritor.

¿O no lo tienes?

¿Y si te dijera que el bloqueo del escritor es una mentira?

Pues eso, el bloqueo del escritor es una MENTIRA.

Es una mentira que nos decimos a nosotros mismos para sentirnos mejor acerca de nuestras circunstancias actuales. Darle a la situación un diagnóstico parece calmarnos o darnos una razón de nuestros miedos y nuestras inferioridades. Claro, esto suena real y las palabras se sienten bloqueadas en nuestra cabeza, y claramente no llegan a la página. Entonces, ¿Qué otra cosa podría ser? Hay una serie de cosas que podrían estar bloqueando tu creatividad. Voy a abordar algunas de ellas.

Miedo

¿Miedo? ¿Cómo podría bloquearme el miedo del escritor? No tengo miedo de nada, y he escrito docenas de propuestas hasta ahora. Soy escritor y no tengo miedo de escribir. Eso puede ser cierto, pero piensa en esta situación en particular. ¿Es una gran oportunidad? ¿Están las expectativas muy altas? Podrías estar poniendo más presión sobre ti mismo de lo que crees.

Quieres que cada uno de tus documentos sea brillante y centrado en el cliente. Pero, tal vez esta propuesta sea un «must-win». No tienes tiempo para pensar en el fracaso, pero eso es lo único en lo que puedes pensar. «No arruines esto» es tu mantra ahora. Eso es mucha presión para echártela a la espalda. Es hora de salir de tu propia cabeza y empezar a escribir. Empieza a pensar positivamente. Sabes más de lo que crees, ¡Así que deja psicoanalizarte! Incluso si eres nuevo en el juego de escritura de propuestas, tus jefes no son tontos, por alguna razón te han dado esta propuesta. ¡Es lo que hay!

Aburrimiento
Este es también muy común. Has escrito tantas cosas en el pasado. Todo esto comienza a ser repetitivo. Al parecer, dices lo mismo cada vez que te sientas a escribir, y ya no es divertido. Tal vez prefieras estar afuera, o soñar despierto, parece ser un mejor uso de tu tiempo.

Pero, ¿Alguna vez has notado la sensación cuando empiezas a escribir? El escrito no tiene que ser sobre tu proyecto actual. Simplemente comienza a escribir, no solo tocando las teclas, sino escribiendo las palabras reales que conoces. Eventualmente, tus dedos fluirán hacia lo que has estado pensando. Imagina que acabas de empezar a escribir la sección de tu propuesta. Y, no está siendo tan aburrido como pensabas que sería. ¿Es la más divertida en la que has trabajado? Tal vez no, pero una vez que vas avanzado, la satisfacción es palpable. Entonces, ¿Cuál es la lección que debes aprender aquí? Sólo empieza a escribir. Puede que no sea fácil al principio, pero como todos sabemos, mejorará paso a paso. Seguro que al final, tienes un trabajo bien hecho.

Perfección

Tal vez estas tratando de ser perfecto o de escribir las oraciones que nadie ha escrito antes. Quieres que esta sea una propuesta que el cliente lea durante décadas. La propuesta con la que van a comparar todas las demás propuestas el resto de sus vidas. Atrévete a soñar, escritor. Soñar es bueno y necesario, pero si intentas que tus propuestas sean perfectas en el primer borrador, es probable que no suceda nunca.

La perfección puede esperar al borrador final. El primer borrador debe venir primero. Si esperas a la perfección, nunca escribirás una palabra.

En verdad, puede haber muchas más razones por las cuales las palabras no fluyen en la página. Estas son sólo unas pocas. Solo recuerda, el bloqueo del escritor es una mentira. No existe tal cosa. Tú eres un escritor y escribir es lo que haces. ¡Así que hazlo!

En caso de duda empieza a poner palabras en la página. En muy poco tiempo las palabras correctas llegarán solas.

“Lo maravilloso de escribir es que siempre hay una página en blanco esperando. Lo aterrador de escribir es que siempre hay una página en blanco esperando”.

– J.K. Rowling

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Nota: Esté artículo ha pasado un análisis de legibilidad y ha obtenido la calificación de “Normal”.

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